Aunque la realidad no sea la más idónea, siempre hay motivos y herramientas para seguir creciendo. Y el coaching llega con fuerza para demostrar que cualquier objetivo de negocio puede conseguirse, incluso el aumento de ventas en tiempos inciertos.
La disciplina del retail coaching es la conversión del coaching aplicada al mundo de las tiendas, de una manera muy concreta y práctica. Tiene como objetivo conseguir resultados extraordinarios: aumentar las ventas y la productividad, con un equipo más motivado e implicado.
Y es que el coaching puede revitalizar el comercio y lograr que cualquier equipo funcione mejor que nunca, puesto que:
- Fomenta la excelencia versus la exigencia: muchos empresarios se plantean que sus acciones tienen que ser todas perfectas y que el empleado ha de seguir las normas tal y como se le exige, sin discusión. Y si no se cumplen dichas normas, se considera que se ha cometido un error y se castiga. Sin embargo, con el retail coaching el error se acepta, siempre que se salga más reforzado del mismo y se obtenga un buen aprendizaje. La búsqueda de la excelencia es necesaria para obtener mejora continua e innovación.
- Potencia a las personas: ¿Quién atiende a los clientes cuando entran por la puerta? Personas de carne y hueso. Todas ellas tienen un gran potencial de convertirse en mejores profesionales en su campo. El coaching les ayuda a extraer ese potencial que tienen dentro y a utilizarlo para mejorar sus vidas y sus trabajos; cada persona tiene su propio potencial y cumplirá mejor su función dentro del establecimiento.
- Crea ilusión: al plantear objetivos, el coaching crea ilusión, primero en el empresario y luego en su equipo. Y, lo más importante, cuando el equipo tiene ilusión, eso se transmite en toda la cultura corporativa y más tarde se transmite al cliente. Hay cadenas como McDonald’s o Starbucks que han conseguido crear una experiencia de compra y que el cliente se ilusione con la adquisición de sus productos; seguro que también existen ejemplos de comercios más pequeños, capaces de contagiar de ilusión a sus clientes.
- Motiva a la responsabilidad y al compromiso: el coaching elimina la idea del victimismo, tan común en estas épocas. Si un comercio va mal, la culpa es solo de la economía o del Gobierno, pero ¿de qué sirve echar las culpas a otros? Una vez reconocido el problema, solo el empresario tiene la responsabilidad de sacar adelante su negocio. Cada persona tiene ese poder de cambiar la situación en la que se encuentra y quien se agrega a esta forma de pensar se convierte en protagonista de su vida y no en un ser pasivo.
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Por tu éxito,
Fernando Amaro
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